viernes, 23 de noviembre de 2012

Las secretarias de estado y la administracion

Las Secretarías de Estado y la Administración
Interna en México
OMAR GUERRERO
En víspera del cambio de gobierno en nuestro
país, se ha formado un ambiente favorable a
las reflexiones sobre el acontecer administra-
tivo de los últimos cinco años.1 La Revista de
Administración Pública, atenta al desenvolvi-
miento de la administración gubernamental en
México, ha querido participar en estos desarro-
llos por medio de este número.
El motivo que congrega a los escritores de
los trabajos que comprenden esta edición se
centra en la Ley Orgánica de la Administra-I
ción Pública Federal vigente. Obviamente,
nuestro ensayo se enmarca en el tema, pero
1 Buenos ejemplos de estas reflexiones, los constituyen dos
antologías recìentemente editadas: Reformas comtítucio-
nalex de la nenovación nacional, compilada por Leonel Pe-
reznieto Castro, México, Editorial Porrúa, 1987 y forno» 
das jurídica: nacionales: el cambio, n través del derecho, 
preparado por la Federación de Abogados al Servicio del
Estado, que preside don Jesús Rodriguez y Rodriguez,
México, Miguel Angel Porrúa, 1987.
comprendiendo uno de los aspectos centrales
de la administración gubernamental de mayor
relevancia: la administración interna. Esta
categoría, que se refiere al elemento más mo-
derno y en continuo proceso de renovación,
constituye el sector más amplio de la adminis-
tración pública en México y es, ciertamente, su
aspecto característico.
El «Concepto de Administración Interna
De las prácticas de la policía a las prácticasI del
fomento
La administración- interna es una categoría
histórica, pues constituye la expresión ideal
`del último y más amplio desarrollo de la admi-
nistración Ypública en los países capitalistas
occidentales, aunque su existencia se remonta
a los primeros años del siglo XVIII. La admi-
Í
REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
nistración intema requiere, como condición
para existir, que se hayan desarrollado ciertas
condiciones históricas: eliminación de los ele-
mentos básicos de la vida feudal, consolida-
ción de la soberanía estatal y dominio territo-
rial por el Estado, monop0liza`ción del uso de
la fuerza física, planteamiento del desarrollo
-bienestar, se le decía antaño- como pro-
yecto y desenvolvimiento pleno de las funcio-
nes básicas del propio Estado.
De hecho, el desenvolvimiento de estas fun-
ciones básicas es el corolario de las condicio-
nes precedentes, haciendo que el Estado con-
solide su condición como tal. Estas funciones
son el servicio exterior, la defensa, la hacienda
y la justicia. Por medio de la primera, mani-
fiesta su personalidad frente a otras personali­
dades estatales; con la segunda, preserva esta
personalidad; con la tercera, adquiere los
medios para preservarla y, con la cuarta, diri-
me las diferencias entre sus súbditos. Estas
funciones no se desarrollan a la vez, aunque
su aparición ocurre contemporaneamente y,
en forma gradual, se acumulan conforme el
Estado se impone a las autarquías medievales.
El desarrollo y consolidación ocurren, global-
mente hablando, entre los siglos XVI y XVII.
Los elementos básicos de la vida feudal que
se eliminan son el señorío territorial, el dere-
cho a administrar la justicia, los ejércitos pri-
vados, el sentido de gobierno privativo sobre
los habitantes de los antiguos feudos y el con-
tenido estamental de la administración públi-
ca. Una vez que se suprimen estos elementos,
asumiendo el Estado el dominio territorial, y
con ello la capacidad de reclamar y obtener
obediencia, asume al mismo tiempo su condi-
ción esencial de existencia: la soberani' a.
Dadas estas condiciones, el Estado puede
reclamar trato igual con otros estados, hacer
valer este reclamo exterior e interiormente
por medio del uso de la fuerza, imponer tribu-
tos y cargas a la población, y dirimir sus dife-
rencias. Al efecto, establece la administración
del servicio exterior, la administración de la
defensa, la administración hacendaria y la
administración de la justicia; y, al efecto,
desarrolla las organizaciones administrativas
propias para cada función. El terreno está
listo para asumir la quinta función y su corres-
pondiente administración: la interna o de lo
interior, pues el Estado se encuentra en dispo-
sición de plantear el proyecto de bienestar.
El proyecto de bienestar, por tanto, sólo es
posible históricamente cuando el Estado ha
adquirido un elevado nivel de desarrollo polí-
tico y, por tanto, funciona con base en la
razón y la voluntad políticas. Asumida su con-
dición de`Estado, como diferente a la sociedad
civil, el Estado está en condición de saber que
su existencia y desarrollo, o estancamiento y
disolución, se encuentran condicionados por
el desenvolvimiento de sus fuerzas interiores.
A esta toma de conciencia de su razón de ser
como persona, los científicosY de la política
del siglo XV1 y XVÍI la llamaron razón de
Estado, según concepciones atribuidas cierta-
mente a Maquiavelo y Botero.2
Esta misma toma de conciencia fue visuali-
zada por los cameralistas -los científicos de la
2 La razón de Estado ha sido objeto de una multitud de tra-
bajos, tanto de la época en que se desarrolló, como en la
edad contemporánea. El tema es tratado, con referencia a
la administración gubernamental, por Ricardo Uvalle en
su trabajo inédito: “Razón de Estado y administración
pública".
TRIBUNA
administración pública del siglo XVIII- como
las prácticas de la policía, desde el punto de
vista de la administración del Estado. El más
afamado y brillante cameralista, von Justi, si-
guìendo la tradición de su tiempo, observa
una estrecha relación entre las dos funciones
básicas del Estado: la política y la policía.
Pensaba que “la política tiene por fin la segu-
ridad de la República tanto por fuera como
por dentro, y es su principal ocupación ins-
truirse de la conducta, de las acciones y de los
objetos, o intentos de las potencias extranje-
ras, ponerse a cubierto de sus empresas; como
también establecer un buen orden entre los
súbditos, conocer los sentimientos que unos
tienen hacia los otros; igualmente que para el
gobierno ahogar los partidos y las sediciones
que se forman, y tomar medidas necesarias
para prevenirlas”.3
Por su parte, “el fin de la policía es asegu-
rar la felicidad del Estado por la sabiduría de
sus reglamentos y aumentar sus fuerzas y su
poder tanto como sea posible”. Para llevar al
cabo esto, cuida de la cultura de la tierra, pro-
cura a los habitantes lo necesario para su sub-
sistencia y establece el orden entre ellos. Así,
“se comprenden bajo el nombre de policía las
leyes y reglamentos que conciernen al interior
del Estado, que tiran a afirmar y a aumentar
su poder, y hacer buen uso de sus fuerzas, a
procurar la felicidad de los súbditos, en una
palabra, el comercio, la hacienda, la agricultu-
ra, el descubrimiento de minas, las maderas,
los bosques, etc., atendiendo que la felicidad 
3 Sobre las ideas administrativas de Juan Enrique Amadeo
von Justi, aquí citadas, ver la obra del autor de este
ensayo: Las ciencias de la administración en el Estado
abaolutùtu. México, Fontamara` 1987.
del Estado depende de la inteligencia con que
todas estas cosas son administradas”.‘
Así, en contraste con las ancestrales prácti-
cas de po'l1'tica del Estado, las nuevas prácti-
cas de la policía representan un tipo distinto
de actividad y una esfera de ámbitos emergen~
tes de esta actividad, a saber: el comercio, la
agricultura, la minería y la producción made-
rera. La hacienda, antigua funciónY básica, era
visualizada de manera renovada, pues révolu-
cionándola de simple fuente de ingresos,
ahora comprendía el gasto público, las técnicas
de presupuestación y la contabilidad. Además
de la tradicional función hacendaria, revolu-
cionada bajo_la categoría de cameralística, el
Estado asomaba al umbral de las múltiples y
variadas actividades que lo llevarían al seno de
la economía.
La policía es una práctica nueva y distinta.
tanto. de la política, como de la hacienda y la
economía. A estas dos corresponde, en el en-
tender de von Justi, el uso sagaz e inteligente
de los fondos públicos, así como su utiliza--
ción prudente en beneficio de la República;
en tanto que a la policía corresponde afirmar.
fortalecer y aumentar el poder del Estado,
proporcionalmente al poder de sus vecinos.
Al estado, ya no se le cuestiona su dominio
sobre la sociedad, pues como entidad política
su condición soberana es asunto resuelto.
Ahora el propio Estado se cuestiona a si mis-
mo cómo incrementar su poder y sus fuerzas,
hasta donde sea posible; se plantea, en suma,
cómo alcanzar al  su bienestar y
la felicidad de la sociedad civil. La respuesta
yace en la propia policía: “se ve pues que el
 RBUSTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
objeto de la policía es afirmar y aumentar con
la sagacidad de sus reglamentos, el poder
interior del Estado; y como este poder interior
consiste no solamente en la República en
general, y en cada uno de sus miembros que
la componen, sino también en las facultades y
talentos de todos los que la pertenecen; se _
sigue que ella debe enteramente ocuparse de
estos medios, y hacerles servir para la pública
felicidad”.5
Las prácticas de la policía no sólo abren un
nuevo campo de la actividad de1~ Estado; tam-
bién inauguran una fase progresiva de la tec-
nología del poder, que supone que el bienestar
radica en alcanzar la felicidad de la sociedad.
Entonces se entendía por felicidad, como lo v
ha visualizado un politólogo contemporáneo,
en sobrevivir, vivir y vivir mejor.“~ El desarro-
Ho y consolidación de las prácticas estatales
de la policía quedan perpetuadas, aún después1
de la supresión del Estado absolutista, que es
sustituido por el moderno Estado capitalista,
organizado en su tipo actual: el Estado bur-
gués de derecho.
>Cuando las instituciones, los procesos y las
Üteïenologías quedan perpetuadas, como heren-
cia histórica, resulta obvio que también las
ideas que los representan permanecen, aunque
ciertamente transformadas y adoptadas alos
nuevos tiempos. Ocurrió así con las prácticas
estatales de la policía, la cual, extinta con el
I absolutismo, pèrmaneció transñguvrada en las
f Ibid, p. 183. Subrayado nuestro.
Reflriénddse a las ideas de von Justi, Michel Foucault
gostiçne que "la policía, expresa tl, es  que capacita al
 para increment.: snÍ poder y ejercer su fŕuerneal
máximo. De otra parte, la policía tiene que mantener
felices a los ciudadanos, entendida la felicidad como so-
brevivencia, vida y vivir mejor”. Ibíd, p. 181.
prácticas estatales del fomento, como centro
de la administración interior. Las ideas co-
rrespondientes a estas prácticas estatales del
fomento, son desarrolladas por nuevos doctri-
narios de las tecnologías gubernamentales,
ahora arropados en torno de la ciencia de la
adnúnistración.
A través del siglo XIX las proposiciones de
los científicos de la administración tienen
enorme desarrollo y, durante la segunda mitad,
adquieren plena madurez. Así, el más notable
profeta de la administración pública de este
tiempo, Lorenzo von Stein, proclama que “el
Estado, como personalidad suprema, está des-
tinado al máximo desarrollo que posee para
sí la máxima capacidad en su máxima poten-
cia. Para cumpljr ese destino, ese sumo desen-
volvimiento de su propia vida, tendrá que
procurar, según el principio que acabamos de
exponer, el desenvolvimiento, es decir, el
progreso, la riqueza, la fuerza y la inteligencia
de todos los individuos mediante su propia
máxima potencia, puesto que, procurándose
de todos, se preocupa, según aquel principio,
de s1’ mismo; e incluso, siendo como es una
unidad de personalidades, no tiene otro camino
_ para alcanzar su propia y más alta evolución”.
El parentesco entre las concepciones stei-
nianas y las de su paisano von ]usti, mediando
una centuria entre ambos, no es fortuito; re-
presenta una forma de comportamiento del
Estado que se gesta con el paso del tiempo y
va caracterizando gradualmente al Estado en
sí. Tanto el tránsito de las prácticas estatales
de la policía hacia las prácticas estatales del
7 Sobre estas idnas de von Stein, aquí citadas, ver  obra
del autor de este ensayo: La teoría de la administración
pública, México, HARLA, 1986. P. 135-38.
TRIBUNA
fomento, como el paso de las doctrinas came-
ralistas a las de la ciencia de la administra-
ción, tienen su tipo más desarrollado y repre-
sentativo en los principados alemanes de los
siglos XVIII y XIX. Pero algo similar y equi-
valente Ocurrió en otros países europeos,
entre ellos Francia y España, donde las prácti-
cas estatales de la policía también se transfor-
maron en las prácticas del fomento.
De acuerdo con lo anterior, se puede esta-
blecer que la administración interna tiene co-
mo objeto hacer que, en lo posible, el individuo
y las clases cooperen entre sí, para conseguir
que la sociedad desarrolle sus elementos cons-
titutivos y, con ello, el Estado realice su pro-
pia vida. En palabras de von Stein: “de aquí
emana la última gran tarea de la administra-
ciôn del Estado, que consiste en ordenar y
regular las relaciones de la vida de la comuni-
dad, de modo que ésta pueda aportar al indi-
viduo las condiciones de su perfecto desarrollo
material y espiritual. El complejo de la activi-
dad que el Estado despliega a este propósito,
forma el concepto de los asuntos interiores y
la acción correspondiente del Estado se llama
administración intema”.° Esta, a su vez, se
divide en administración de la vida personal,
5 -La scienza della pubblica amministrazione. Torino,
Unione Típografico-Editńce, 1897 (versión italiana de su
Handbuch der verwaltungslehre). P. 3. Subrayado nuestro,
Por su parte, Adolfo Posada, quien declara que abreva en
el pensamiento de von Stein, y oon base en sus ideas
administrativas, sostiene que “la administración llamada
pública, comprende en unidad política superior, cual es el
Estado nacional”. Agrega que el Estado sigue una doble
dirección: de un lado, se encamina hacia su fin jurídico;
del otro, a su finalidad social, de lo que deriva la diferen-
ciación de la administración pública en administración
política y administración social. La admínùtración
política y la administración social. Madrid, España Mo-
derna, sin año. P. 13.
administración de la vida social y administra-
ción de la vida económica.
Una variación de esta perspectiva de la ac-
tividad del Estado, Observa una división de la
administración pública en dos ramas: adminis-
tración política 0 del Estado y administra-
ción social por el Estado. El objeto de la
primera “es atender la conservación del
organismo, mediante el cual cumple su fin
jurídico” y está formada por tres partes:
policía administrativa, administración econó-
mica y fuerza armada. Por su parte, la admi-
nistración social tiene por objeto “atender ala
conservación y perfeccionamiento de las insti-
tuciones de cultura 0 para fines sociales que
el Estado crea, promueve 0 protege”, y que
comprende ala instrucción pública, beneficen-
cia pública y cuestiones sociales.9
Cuando México asume su condición de Es-
tado, llega ala vía soberana ejerciendo las cin-
co funciones indispensables para todo Estado.
Tiene, en efecto, una Secretaría de Estado y
del Despacho de Relaciones Exteriores e In-
teriores, sumando en su cuerpo ala primera y
última funciones; una de Guerra y otra de
Justicia (mas Negocios Eclesiásticos), y una
más de Hacienda. Un Estado, pues, preten-
diendo serlo con autonomía y libertad de
acción. “El propósito general que el Estado
se propone conseguir mediante su acción com-
pleta, comprende todas estas ramas de la ad-
ministraciôn pública y forma el nexo lógico y-
sistemático que a todas reúne y coordina,
dirigiéndolas a un fin común y ûnico”.1°
Atendiendo la segunda perspectiva, podremos
REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
observar que tanto la administración política
como la administración social se encuentran
repartidas entre las secretarías mencionadas,
aunque ciertamente después de 1821, la admi-
nistración social tenderá a concentrarse, esen-
cialmente, en la administración social. Esta
última, la administración social por el Estado,
que tiene su origen en el siglo XVIII con el
desarróllo del cameralismo en los principados
alemanes y en Francia y España con la policía,
significa la ampliación de la actividad hacia
esferas de la sociedad potencialmente desarro-
Jlables y constituirá, por tanto, un signo del
moderno Estado burgués de derecho que sus-
tituirá al Estado absolutista.
La gobernación y las instituciones de fomento
en España
En España las prácticas y doctrinas de la poli-
cía tuvieron un fuerte desarrollo11 y, al mismo
tiempo, las instituciones del fomento tuvie-
ron un desenvolvimiento temprano. En la
península y sus dominios, la formación de la
administración interior tuvo dos vías: una,
integrada alrededor de la categoría de gober-
nación y encarnada en instituciones administra-
tivas centralizadas; otra, desarrollada en torno
a las prácticas del fomento. Analicemos pri-
mero a la segunda.
En 1669 se formó la Junta General de Co-
mercio, longeva institución administrativa,
cuyo periodo de vida se prolongó hasta 1832.
Paralelamente, en 1797 nació la Dirección de
Il Hay distinguidos doctrinarios de la policía en España,
pero especialmente destacan Tomás Valeriola, Idea gene-
rul de la   Valentín Foronda, Carta:
sobre la policía, 1801.
Fomento, un “establecimiento dirigido al fo-
mento general del Reino”, pero que tuvo
menos suerte que la citada Junta, y murió al
año siguiente. Otro ensayo interesante fue la
creaciôn del Departamento del Fomento Ge-
neral del Reino y de Balanza del Comercio,
dentro del Ministerio de Hacienda, cuyas fun-
ciones consistían en dos grandes grupos de
responsabilidades: 1) población, riqueza terri-
toria] y censo demográfico; 2) balanza de co-
mercio. Los frutos de esta institución, como
los de las precedentes, fueron más bien mo-
destos, por lo que el establecimiento de la
Junta de Fomento de la Riqueza del Reino en
1824 puede considerarse mucho más exitosa.
Uno de los miembros de la nueva institución
era Javier de Burgos, adalid de la actualiza-
ción de las viejas prácticas de la policía, a la vez
que uno de los doctrinarios de la ciencia de la
administración más influyente. Entre los re-
quisitos que se exigieron para formar a la
Junta estaba que quienes la integraran fueran
iniciados en el conocimiento de las artes, las
manufacturas y el comercio.12
Todos estos progresos hacia la consolida-
ciôn de las prácticas estatales del fomento,
culminaron cuando, habiéndose generado un
ambiente favorable hacia la institución de un
ministerio de lo interior, quedó establecido
“ Sobre el desarrollo de estas instituciones, ver nuestra fuen-
te: Pedro Moins Ribalta, “De la ] unta de Comercio al Mi-
nisterio de Fomento". Acta: del IV Simposium de Histo-
ria de la Administración, Madrid, Instituto Nacional de
Administración Pública, p. 52956. La noción de fomento
era de uso público en la primera mitad del siglo XIX,
también, obviamente, entre los administrativistaa hispáni-
cos de entonees, entre ellos Canga Argüelles, Sáinz de
Andino y Javier de Burgos. Guaitia argumenta que fomen-
to ha sido sustituido por palabras tales como desarrollo y
promoción, a veces con poca fortuna. Op. cit., p. 35354.
TRIBUNA
el Ministerio de Fomento, merced a la idea
original de Javier de Burgos, quien también
fue su primer titular.“ Antes, con motivo
de la Constitución liberal de 1812, se habían
establecido dos ministerios que entrañaban
otra de las vías: Secretaría de la Gobernación
del Reino para la Península e Islas Adyacen-
tes, y Secretaría de la Gobernación del Reino
para Ultramar. Ambas instituciones habían
sido concebidas como equivalent-es de lo que,
en otros estados europeos, se conocía como
ministerios de lo interior. Esto no debemos
olvidarlo, pues hoy en día, en España y
México, existen sendas secretarías de la
Gobernación.“
Tales son los elementos históricos consti-
tutivos que forjaron, en España y sus domi-
nios americanos, la administración interna en
sus procesos originales y básicos. Tal como lo
vamos a constatar, la herencia histórica legada
por España a México en lo relativo a la admi-
nistración interna, asl' como en la administra-
13 La obra práctica e intelectual de Burgos ha sido recogida
en una antología preparada por Antonio Mesa Segura,
titulada: Labor administrativa de Javier de Burgos. Ma-
drid, Instituto de Estudios de Administración Local.
1946. La idea de la creación del Ministerio de Fomento es
desarrollada en su “Exposición a Fernando VII”. También
gon referencia a este Ministerio, debemos mencionar la
Instrucción a los mbdelegadoa generale; de Fomento,
pieza maestra del sistema de fomento concebido por
Burgos. Existe un estupendo trabajo sobre esta institu-
ción: “La competencia del Ministerio de Fomento:
1832-1931", de Aureliano Guaitìa. Acta: del IV Simpo-
sium de Historia de la Admínùtmcíón, p. 349-399.
Ver la introducción hecha por J osé María García Madaria
a dos estudios sobre las Secretaría: del despacho, Madrid,
Instituto Nacional de Administración Pública, 1982, p.
9-77. La obra más importante sobre elA tema, en cuatro
valiosos volúmenes, esÍ de José A_ntonio Escudero: Los
secretarios de Estado y del Despacho, Madrid, Instituto de
Estudios Administrativos, 1976.
ción pública en lo general, aún persiste y con
mucha vitalidad.
Materias de la administmción interior
La administración interior constituye una
compleja forma múltiple de actividad del Es-
tado, que comprende un número variable de
materias o campos de acción estatal. La pri-
mera secretaría hispánica de administración
interna, la Secretaría de la Gobernación de la
Pen1'nsu1a de 1812, tenía diez materias
principales:
1) Orden de Secretaría f
2) Agricultura, industria y artes
3) Correos, caminos y canales
4-) Comercio y navegacion exterior
5) Instrucción pública
6) Sanidad, caridad y beneficencia
7) Policía de pueblos y col'respondf?,nciaV con ~
los jefes políticos
8) Elecciones políticas
9) Alistamientos, suministros y bagajes
10) Trabajos estadísticos.
Entre sus materias- secundarias comprendía-,
además de 0-tras, a los ensayadores y fieles
con1_:r.'=lst'es.ls
Por su parte, el Ministerio de Fomento con-
taba con estas materias:
1) Policía urbana y rústica, y seguridad
pública
2) Juzgados de vagos y mal entretenidos, cár-
celes, casas de corrección Y presidios
REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
3) Ayuntamientos
4) Sanidad, lazaretos, aguas y baños minerales
5) Caminos, canales, puentes, obras públicas,
navegación interior, obras de riego y dese-
cación de terrenos pantanosos
6) Nuevas poblaciones
7) Correos, postas y diligencias
8) Fomento de la agricultura
9) Casas de monta y depósitos de caballos
10) Caza y pesca
1 1) Plantío y conservación de montes
12) Industria, artes, oficios, manufacturas. y
gremios 
13) Minas, canteras y azogue
14) Estadística
15) Moneda', comercio interior y exterior, jun-
tas y tribunales, ferias y mercados, pesas y
medidas
16) Instrucción pública
17) Imprenta y periódicos
18)A1istamientos y levas del ejército
19) Materias análogas alas expresadas.16
Estas materias, establecidas en 1812 y
1832, conservan las añejas tradiciones forjadas
en la época de las prácticas estatales de la poli-
cía. Las materias o áreas de la actividad de la
policía en la segunda  del siglo XVIII,
eran muy similares, mutatis mutandis, a las
que se establecieron medio siglo después, a sa~
ber: cultura de la tierra: agricultura, ciudades,
población y sanidad; reglas para hacer florecer
la agricultura: mercaderías, manufacturas, ofi-
cios y profesiones, comercio y crédito, y
orden económico; costumbres de los súbdi-
tos: conducta de los súbditos, educación y se-
guridad interior.17
Esta variedad mayúscula de materias, que
al pasar el tiempo aumenta y se diversifica,
sigue un trazo histórico que, como lo hemos
constatado, tiende a perpetuarse y caracteri-
zar al Estado, determinando su actividad. La
variedad toma unidad en la administración in-
terna y cuerpo en un ministerio o secretaría.
Algunos doctrinarios, como Adolfo Posada, la
clasifican en administración politica y adminis-
tración social; unos más, como von Stein, la
visualizan dividida en tres ramas: administra-
ción de la vida económica, administración de
la vida social y administración de la vida
individual.
Al mismo tiempo, cada rama agrupa for-
mas más específicas de administración y éstas
a las materias que forman las unidades básicas
de la administración interna, representándose
el siguiente cuadro:
Administración de la vida económica:
Agricultura, ganadería, industria, transpor-
tes, comercio, moneda.
Recursos hidráulicos, comunicaciones, cré-
ditos.
Otros órdenes económicos.
Administración de la vida social:
Administración del bienestar socialî
Seguridad y prevención sociales.
Trabajo.
17 Así concibe las áreas de acción von Justi, según tabla de
materias de su célebre obra Gnmdzatze der 
chaff, traducida al castellano como Elemento: generale:
de policía. Guerrero, Omar. Las ciencia: de la administra-
ción del Eamdo abaolutùm, p. 179.
TRIBUNA
Administración asistencial 1
Asistencia pública.
Asistencia social.
Administración de la vida individual:
Administración de la Vida física individual:
Población.
Familia y relaciones civiles.
Administración de la salud:
Salubridad pública.
Ejercicio de la medicina.
Administración de la vida intelectual:
Educación.
Cultura.
Libertad de prensa.
Asl' concebida, la administración interna
tiene como misión la sobrevivencia, la vida y
el bienestar del hombre, en un mundo en el
cual la propia administración pública funcio-
na dentro de límites inquebrantables y cuya
supresión supone, al mismo tiempo, su auto~
destrucción. Esto lo ha explicado Carlos
Marx, diciendo que existe una contradicción
entre la decisión y la buena voluntad de la
administración por un lado, y sus recursos y
riquezas por el otro. Esta contradicción es el
cimiento mismo de la existencia de la adminis-
tración pûblíca, contradicción que no puede
conjurar, porque el Estado descansa en la
contradicción entre vida pública y vida priva-
da, entre intereses generales e intereses particu-
lares. Por tanto, la actividad del Estado es ne-
gativa y meramente formal, no pudiendo
suprimir los grandes males de la sociedad,
sino perpetuándolos y haciêndolos sujetos de
su actividad. Esto explica por qué, no pudien-
do abolir la criminalidad 0 la indigencia, el
Estado crea instituciones para administrarlas y
morigerar sus efectos.la
La administración interna nace de estas
condiciones estructurales del modo de pro-
ducción capita1ista'y, efectivamente, funciona'
dentro de sus límites. También actúa positi-
vamente, pues la actividad del Estado también
se encamina a desarrollar las fuerzas produc-
tivas, desenvolviendo con ello las fuerzas inte-
riores del Estado. Asl', bajo condiciones histò-
ricas que se- comenzaron a forjar en el siglo
XVIII, la administración interna busca su
rumbo dentro de la contradicción menciona-
da, situándose en el débil equilibrio que con-
siste en conciliar el bienestar del Estado y la
felicidad de la sociedad.
El desarrollo de la administración interna en
México
Primera etapa: 1821-1853
En 1821 nace formalmente la administración
pública mexicana y, con ella, la administra-
ción centralizada, es decir, las secretarías de
Estado. Otras instituciones, las descentraliza-
das, son pre-existentes al Estado mexicano y
son herencia del Virreinato al México del siglo
XIX, e incluso de la presente centuria. Entre
otras, hablamos del Nacional Monte de Piedad,
la Lotería Nacional, el Sistema Postal Mexica-
no y la Academia Nacional de San Carlos.
Pero, no siendo estas instituciones motivo
del ensayo, las pasamos por alto, centrando la
la Carlos Marx sintetiza este argumento contundente con el
nombre de “Ley de la impotencia de la administración
pública”. Guerrero, Omar. La teoría de la administración
pública, p. 223.
REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
atención en las secretarías de Estado y la
administración interna.
Las secretarías de Estado originales
Secretaría de Estado y del Despacho de Rela-
ciones Exteriores e Interiores, cuyas funcio-
nes son las siguientes:
1) Relaciones diplomáticas con las cortes ex-
tranjeras -
2) Dirección general de correos, compostura
de caminos, calzadas, puentes y demás
3) Todo lo demás que sea puramente de Es-
tado."
Secretaría de Estado y del Despacho Universal
de Justicia y Negocios Eclesiásticos:
1) Todos los negocios de los consejos que haya,_
tribunales supremos, jueces y demás auto-
ridades del reino
2) Asuntos eclesiásticos: presentación de arzo-
bispos, obispados, canonjías, curatos, bene-
ficios demás em leos del ramo
Y
3) Lo perteneciente a todas las religiones se-
culares y regulares, incluyendo la provisión
de empleos y definiciones de sus capítulos
4-) Lo correspondiente a las Juntas Supremas
de Cirugía, Medicina y Farmacia
5) Todos los empleados de la servidumbre
del palacio imperial, tanto eclesiástico co-
mo secular.
I9 Reglamento para el gobierno interior y exterior de las Se-
cretarías de Estado y del Despacho Universal, de 8 de no-
viembre de 1821. México a través de los informes presi-
denciales: la adminùtración pública, México, Secretaría
de la Presidencia, 1976, cinco volúmenes, Tomo 5, volu-
men I, p. 46.
Secretaría de Estado y delI Despacho de Gue-
rra y Marina:
1) Lo perteneciente a las armas y guerras de
mar, así como de tierra
2) Provisión de empleos del ramo
Secretaría de Estado y Despacho de Hacienda:
1) Lo perteneciente a la Hacienda pública en
sus diversas rentas
2) Provisión de empleos del ramo.
De conformidad con el decreto de noviem-
bre de 1821, la administración interna apare-
ce repartida en dos dependencias: las obras
públicas en la Secretaría de Relaciones y las
instituciones de salud en la de Justicia y Nego-
cios Eclesiásticos. Así pues, la relación entre
la administración interna y las secretarías de
Estado da comienzo con la articulación de dos
materias que, desde entonces, serán funda-
mentales: salud y obras públicas.”
El Ministerio de lo Interior
En 1836 surge un cambio en el seno de la ad-
ministración interna, que tiende a concentrar-
se en una sola dependencia, gracias -a la fusión
2° Un testimonio del progreso alcanzado por la administra-
ción interna,  c_onstituye la obra de Tadeo Ortiz: México
consideradó como nación independiente y libre, Guadala-
jara, Ediciones IT_G, 1952, dos volúmenes, que apareció
en 1832. Las materias de la administración interior
comprendidas en el libro son las siguientes: instrucción
popular y enseñanza gratuita; cultivo de las artes y las
ciencias; beneficencia y corrección; agricultura e industria;
comercio', colonización de fronteras y costas; policía`
salubridad y embellecimiento de la ciudad. No aparecen
las obras públicas, pero si' la salud, materias ambas de
la administración infema mexicana original.

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